El picudo rojo es un insecto originario del sudeste asiático que ataca ferozmente a las palmeras, sus larvas se alimentan del interior de la planta, ocasionando daños irreversibles que incluso pueden provocar su muerte. Por esta razón, es muy importante controlar este tipo de plaga y mitigar los efectos que produce.
¿Qué es el picudo rojo?
El picudo rojo es un tipo de escarabajo o coleóptero alargado de color marrón rojizo con un tamaño que oscila entre 2 y 5 cm en su estadio adulto. Por lo general, el picudo rojo se desarrolla en el interior de las palmeras, en donde transcurren las diferentes etapas de su vida.
Este insecto posee cuatro estadios básicos, huevo, larva, pupa y adulto; y en su conjunto, necesitan de 3 a 4 meses para completar su ciclo de vida, por lo que a lo largo de un año, es posible contar con tres o cuatro generaciones de esta plaga.
¿Qué daños ocasiona el picudo rojo?
El picudo rojo vive en las palmeras, sobre todo en la palmera canaria o Phoenix canariensis, aunque también puede infectar a la palmera Washingtonias, a la palmera Trachycarpus y a la palmera Arecastrum.
Generalmente, las palmeras no muestran síntomas visibles al inicio de la infección, y por lo general, esto ocurre cuando los insectos ya han colonizado una parte importante de la planta, sin embargo, es posible observar algunas manifestaciones de que algo no anda bien con la planta, como por ejemplo, hojas poco desarrolladas, amarillentas y marchitas que se desprenden con facilidad.
Así mismo, las larvas del picudo rojo generan pequeñas galerías que pueden ser visibles, además de capullos y amasijos de fibra muy compacta. Finalmente, cuando la población de este coleóptero ataca a la yema apical, se produce la muerte de la palmera, ya que este es su único punto de crecimiento.
¿Cómo controlar al picudo rojo?
El control del picudo rojo dependerá del estado de la infección, sin embargo la primera acción que debemos tomar es la observación de la planta. Como ya mencionamos, este tipo de plaga no muestra síntomas hasta que ya existe una colonia de insectos establecida, por lo que es muy importante observar la apariencia de la palmera.
Control químico y biológico
Aun y cuando la planta no muestre síntomas de infección, es recomendable realizar un control preventivo del picudo rojo, para ello podemos utilizar un tratamiento químico a base de insecticidas neuro activos como el Neonicotinoide, insecticidas organofosforado como el Clorpirifos e insecticidas sistémico como el Tiametoxam.
Este tipo de tratamiento químico puede hacerse cada 60 días de forma radicular y foliar en aquellas poblaciones de palmeras que presentan riesgos de ataque. Al mezclar estos insecticidas logramos potenciar su efecto, ya que cada uno de ellos actúa de manera diferente al momento de atacar al insecto.
Por otro parte, el control biológico ha demostrado ser un importante aliado en la lucha contra el picudo rojo, para ello podemos utilizar a los “nematodos entomopatógenos”, unos pequeños gusanos que viven parasitariamente dentro de los insectos, causándole graves daños en el interior de su cuerpo y finalmente su muerte.
Control físico con trampas
Otra forma de controlar la plaga del picudo rojo es el trampeo masivo, ya que ella nos permite capturar grandes cantidades de ejemplares adultos, disminuyendo significativamente su población.
Este tipo de trampas es muy útil para controlar al picudo rojo y su funcionamiento es sencillo, básicamente se trata de un recipiente en forma de cono al que se le agrega agua jabonosa, feromonas y un cebo. Cuando el insecto detecta el olor, camina hacia la trampa y cae en un recipiente lleno de agua, de esta forma no puede salir ni volar hasta que finalmente muere.
Por lo general, la feromona utilizada es el ferrugineol, y para el cebo se puede utilizar trozos de manzana, dátiles o palmeras. En cuanto a su colocación, se recomienda poner la trampa lejos de la palma a una distancia mínima de 5 metros.
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