Nuestra recomendación para los meses de Enero y Febrero es aplicar un abonado para despertar el olivar.
Aunque el manejo de este cultivo es, a priori, sencillo en comparación con otros cultivos (hortalizas, frutales, etc.), hay algunos tratamientos que haciéndolos en la época correcta, consiguen maximizar la producción del olivar en cuanto a kilos de producción y, sobre todo, en rendimiento graso.
En el cuidado del olivo hay algunos nutrientes que se demandan en mayor cantidad y, por tanto, necesitamos aplicarlos en abundancia y evitar futuras carencias o desequilibrios.
El nitrógeno. El nutriente más importante en el olivar. Garantiza una producción continua de tallos que serán los portadores de frutos en la siguiente campaña.
El fósforo como elemento esencial. Con la correcta aportación de fósforo garantizamos un desarrollo equilibrado de la planta, un aporte continuo de energía y mejora la floración. Es un elemento ligado al crecimiento radicular y mejora el cuajado y maduración de los frutos.
La importancia del potasio. El potasio interviene en la regulación hídrica del olivo, así como en el proceso de maduración, facilitando el llenado y la acumulación de aceites. Aumenta la resistencia a heladas y sequías en el olivar, esto último algo típico en nuestra zona en los últimos años y especialmente para cultivos de secano.
Los micronutrientes, hierro y boro. De entre los micronutrientes esenciales, el hierro y el boro son imprescindibles en el cultivo y abonado del olivo.
Nuestra recomendación para los meses de invierno es aplicar un abonado para despertar el olivar aportando cantidades adecuadas de estos nutrientes que ayuden a construir masa vegetativa y producir tallos preparando su cultivo para un óptimo rendimiento para la próxima temporada.
Disponemos de una amplia gama de abonos complejos tradicionales y especiales para cubrir sus necesidades
No dude en preguntarnos y estaremos encantados de ayudarle.